AMBIENT
La transformación urbana de Colombia
La renovación de parques y plazas en ciudades como Medellín, Bogotá, y Santa Marta convirtió espacios olvidados en espectaculares centros comunitarios. Estas iniciativas integran elementos culturales y ambientales, y redefinen el paisaje de la ciudad.
Un vista única, 300 columnas delgadas que despiden luces [Imagen], por Worldmoments.
Explorar la evolución de lo público revela cómo los rasgos urbanos y ambientales de un lugar se reflejan en el paisaje y su valor dentro de la ciudad. Este recorrido por 10 parques y plazas colombianas es la prueba de cómo estos espacios se transformaron profundamente.
Proyecto La Albarrada: la renovación en Mompox, Bolívar
En Mompox, Bolívar, el proyecto de rehabilitación de La Albarrada buscó renovar un eje urbano de 2.7 km de extensión. La intervención se centró en conservar la imagen histórica de la ciudad, al tiempo que introducía elementos para inducir nuevos usos y fortalecer las dinámicas existentes del espacio público. En 2018, fue galardonado en la III Bienal Latinoamericana de Arquitectura de Paisaje y en la XX Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito.
Transformación de Medellín por tres
Medellín, Antioquia, tiene la Plaza de Cisneros, una ubicación abierta para eventos callejeros y espectáculos urbanos que se complementa con una arborización de bambú. Esta intervención transformó la infraestructura existente, proporcionó servicios, y mejoró la calidad urbana y administrativa de la ciudad.
En otro rincón de Medellín, en El Parque de los Pies Descalzos surgió de la necesidad de revitalizar un área en desuso de tres hectáreas. Se desarrolló como un lugar multifuncional que conecta la biblioteca de EPM y el Museo de Ciencia, y transformó lo que estaba desaprovechado en un emocionante punto de encuentro urbano.
La zona occidental de Medellín fue testigo del ambicioso proyecto Parques del Río que, tras 17 meses de trabajo y una inversión de 50 millones de dólares reactivó el área urbana y cambió la concepción del río Medellín, transformándolo en el eje natural metropolitano.
Proyecto Bogotá
En Bogotá, el Parque Bicentenario se expandió hacia el sur y cubrió un tramo de la Calle 26. Con una superficie de 7.257 metros cuadrados, se convirtió en un espacio de reconstrucción donde confluyen las principales vías de la ciudad. La integración de la naturaleza y la arquitectura transformó este lugar en un punto de encuentro para los bogotanos.
En Bogotá, el Eje Ambiental transformó la Avenida Jiménez de Quesada, una antigua vía que solía ser un río canalizado. De esa manera, recuperaron la memoria del agua y reintrodujeron la palma de cera. Además organizaron el tráfico vehicular y articularon con las calles circundantes, mediante la creación de un paseo peatonal que conecta el centro de la ciudad con el cerro de Monserrate.
Rogelio Salmona y L. G. J. Kopec fueron los autores del proyecto promovido por la Alcaldía Mayor de Bogotá [Imagen], Revista Plot.
La história de Pamplona revitalizada
En Pamplona, Norte de Santander, se llevó a cabo la renovación del Parque Principal Águeda Gallardo como parte del Plan Nacional de Recuperación de Centros Históricos. Esta intervención reconoció los hábitos de las personas, generó espacios para actividades colectivas y fortaleció el sentido de pertenencia.
Conexión natural samaria
El Parque Ciudadela 29 de Julio en Santa Marta forma parte de una red de centralidades dentro del Plan de Rehabilitación del Río Manzanares. Este tiene como objetivo integrar el sistema hidrológico con la ciudad, y eliminar barreras físicas y sociales.
Educación verde en Bucaramanga
Por último, en Bucaramanga, el Parque del Agua convirtió una planta de tratamiento de aguas en un espacio público educativo. Los amplios caminos peatonales articulan las distintas partes de la planta y permiten a los visitantes interactuar y aprender sobre el proceso de purificación del agua, todo mientras disfrutan de las visuales del paisaje.
Conservaron los tanques y utilizaron el agua como componente principal del paisaje [Imagen], por Flickr.
Todos estos proyectos demuestran cómo el hecho de renovar espacios urbanos transforma la percepción de los ciudadanos sobre su entorno. Al redefinir lo público, estas intervenciones mejoran la infraestructura y la calidad de vida.